Clicker Dog School

Educación en positivo

Mi perro se marea en el Coche. ¿Qué hago?

Que un perro se maree en el coche es un problema muy común: No solo en perros jóvenes sino también en adultos, se trata de una reacción que afecta a 60% de los perros, y que puede llegar a ser desesperante para el propietario, sabiendo que el animal que lo acompaña se puede pasar el viaje entero vomitando.

Si mi perro se marea en el coche, existen dos causas que lo pueden provocar, la reacción que puede deberse a la velocidad, o bien a la ansiedad. Si se trata de la primera, el animal (en especial el joven) está comportándose igual que los humanos cuando un exceso de velocidad genera un encontronazo entre la vista y el oído interno, provocando un desequilibrio entre ellos. En cambio, la ansiedad suele deberse a una mala experiencia previa a la hora de subirse a un vehículo, o bien, simple y llanamente, a una mala adaptación.

En ambos casos tiene mucho que ver cómo se le haya familiarizado con el coche: si la primera vez que se monta a uno, siendo cachorro, vomita, es muy probable que desde entonces asocie el viaje con una mala experiencia, y que por tanto se repita en próximos viajes. Si no se corrige a tiempo, el perro puede que le tenga pánico a viajar en coche, empeorando con mareos y vómitos. También puede tener ansiedad si todas las veces que se ha montado en el vehículo ha sido para ir al veterinario, u otro sitio desagradable para él. Estrés, ansiedad y miedo están muy vinculados entre sí. Y el mareo y los vómitos son una consecuencia directa de esa relación.

¿Cómo hacer que nuestro perro se sienta a gusto en el coche?

Antes de nada, un aviso: debemos armarnos de paciencia. Conseguir que supere los traumas no es inmediato, sino que requiere de un proceso largo y progresivo de desensibilización contra-condicionamiento, que empieza con intentar que nuestra mascota se vuelva a familiarizar con el automóvil casi desde cero. Para ello, lo primero es intentar que se suba al coche todas las veces que sea necesario con el motor apagado, Que se vaya familiarizando, que entre y salga, viendo que no pasa nada si lo hace. Deja las puertas abiertas, juega con él intentando convencerle… un truco eficaz pasa por coger la correa del animal y, sin arrastrarlo ni forzar absolutamente nada la situación, cruzar por la parte trasera del coche sin mirarle y dejando las puertas abiertas en todo momento. Cuando decida cruzar, al otro lado le esperan todos los cariños que sean necesarios para que se sienta con ganas de repetir; luego, para que tenga efecto el logro, lo ideal sería rodear el coche corriendo y repetir la operación las veces que fuera necesario, parando dentro del coche para descansar cada vez más tiempo.

Tras esta primera toma de contacto, es ideal repetir la operación, pero esta vez con el motor encendido; de este modo, nuestro perro disociará el ruido a efectos negativos.

Y, por último, el movimiento: si hemos llegado hasta aquí, tendremos que andarnos con ojo para no echar todo el trabajo por la borda. Con el perro ya más tranquilo en el interior, toca empezar a dar paseos con el coche, que sean muy breves y carentes de cualquier movimiento brusco. Subir, moverse, y bajar del aparato sin que ocurra nada negativo. Vigilar la temperatura. Puede venir bien la ayuda de otra persona, permitiendo que nos sentemos con nuestra mascota tranquilizándola en caso de que la observemos algo nerviosa.

Otra forma seria, tentar al perro con premios muy deliciosos dejárselos oler y lanzárselos al interior del vehículo, primero muy cerca de él y progresivamente un poco más hacia el interior de modo que despierte el interés por el perro a subir para cobrarlo, se trata de hacerlo de modo progresivo y repetir la operación muchas veces para que poco a poco el perro acabe de perder el miedo a cruzar ese umbral.

Hay difusores de feromonas que pueden servirnos como último recurso en caso de que todo lo que acabamos de contar falle… pero ese sería un tema a tratar con vuestro veterinario.

Consejos para viajar con el perro en el coche

Conviene tener en cuenta que nuestro perro necesita estirar las piernas con cierta frecuencia y tomar el aire, por lo que deberemos planificar el viaje sabiendo que debemos hacer paradas cada dos horas.

Deberemos informarnos de las normativas vigentes el perro debe ir seguro y aislado de forma segura para el conductor de lo contrario incurrimos en una infracción.

Es recomendable educar al perro para poder permanecer en un trasportín o jaula donde deberá disponer de agua, por lo que os recomendamos que leáis a fondo el articulo de DomesticDog donde se explica como hacerlo.

Si hace calor tenemos no podemos dejar al perro en el coche a no ser que disponga de ventilación, agua y sombra.