Clicker Dog School
Educación en positivo
Cambios y pivotes en el Slalom 3.0
En muchos recorridos de agility después del slalom es muy común que nos podamos encontrar con la necesidad de hacer un cambio de mano, incluso un cambio de dirección antes de abordar el siguiente aparato por lo que resulta muy conveniente trabajar los cambios por detrás ó los cambios por delante y los pivotes en la salida.
Este es un dilema que nos encontramos muchas veces, ¿Dónde resulta más conveniente realizar este cambio? Podremos trabajarlos todos porque es aconsejable contar con el máximo de recursos posibles a la hora de gestionar un recorrido. Y como siempre esto sólo se consigue con entrenamiento o lo que es lo mismo repeticiones y perseverancia.
Para realizar un pivote en la salida de el slalom, esperaremos a que el perro se encuentre realizando la última puerta, lo recogeremos con el brazo más próximo a él y haremos un giro de compás de 360º para recogerlo con el otro brazo. Esta técnica nos permitirá realizar un cambio de dirección recogiendo al perro con el otro brazo sin que perdamos la posición y sin perderle de vista ni un instante, requiere mucha concentración, pero es el sistema que visualmente aporta más información al perro para continuar la trayectoria.
CAMBIOS POR DETRÁS EN LA ENTRADA DEL SLALOM
Consiste en dejar pasar al perro para que aborde el slalom y acto seguido cambiar detrás del para correr por el otro lado del aparato, si corremos por el lado izquierdo acabaremos corriendo por el derecho ó viceversa.
Este método a mi entender es poco recomendable, puesto que confunde al perro el cual al observar que cambiamos por detrás puede llegar a salirse de unas de las puertas de slalom, con lo que significa penalizar con una falta y una pérdida de tiempo para recuperarlo. Los defensores de esta técnica argumentan
Que el perro tiene que saber hacerlo todo, aunque sí que es cierto no por ello debemos hacer movimientos que contraigan riesgo cuando tenemos otras alternativas mucho más fiables, sería comprensible si sólo existiera esta manera, pero la realidad es que hemos podido comprobar que incluso perros muy veteranos han llegado a salirse de alguna puerta por culpa de este tipo de movimientos de su guía, con lo cual esta técnica no representa ninguna garantía.
CAMBIOS POR DELANTE EN LA SALIDA DEL SLALOM
Es el método recomendado, puesto que resulta mucho más fiable que los cambios por detrás en la entrada, en este caso se deben ejecutar en la salida. Tenemos que tener en cuenta que en ningún caso el perro ejecuta el slalom más rápido que su guía es un aparato que dado su complejidad el guía siempre puede ganar la posición al perro y adelantarlo para poder esperarlo en la salida y recogerlo en la última puerta realizando un pivote siempre en el preciso instante en que el perro comience a acometer la última puerta para continuar con el recorrido. Esta técnica no es en absoluto difícil de asimilar ni para el perro ni para el guía, inicialmente el único problema es sincronizar el movimiento para hacerlo en el justo momento que se debe hacer. Con el tiempo podremos ir variando esta contingencia.
Inicialmente hemos de decidir cuál es el método que queremos utilizar, los dos más recomendados son; el de canalización y el de V, aunque en la actualidad mucha gente se inclina por el de 2×2 de Susant Garret. Sea cual sea en el momento que lo haya superado bastantes veces en línea recta la totalidad del aparato deberíamos trabajar los cambios tanto por detrás en la entrada como por delante en la salida.
De este modo el perro los asimilara de forma natural cuando acabemos trabajando el slalom en modo de competición.
TRABAJANDO LAS ENTRADAS A DISTANCIA
Un perro técnicamente preparado tiene que saber buscar la puerta de la entrada del slalom y abordarlo correctamente con independencia de la posición de su guía o de la distancia en la que reciba la orden para ejecutarlo. Si sólo trabajamos el slalom a muy poca distancia estaremos condicionando el perro a nuestra posición.
Para lograr el objetivo y ganar distancia deberemos trabajar en primer lugar todos los diferentes ángulos de ataque al aparato aderezándolo con una gran dosis de motivación. (Tal y como se mostraba en la gráfica correspondiente a entradas). Una vez el hayamos conseguido fiabilidad en las entradas deberemos hacer lo mismo separándonos gradualmente muy lentamente (distancia lateral) hasta que comprenda el ejercicio, si por casualidad observamos que el perro se siente inseguro no avancemos si es preciso retrocederemos y volveremos a empezar, hasta que veamos que adquiere la confianza necesaria como para poder seguir incrementando el criterio.
Este proceso se debería de empezar si adoptamos el sistema de la canalización justo cuando todavía mantenemos el pasillo abierto de esta forma nos resultara mucho más fácil que el perro lo mecanice.
Empezaremos incrementando poco a poco la distancia lateral, en pequeños pasos para conseguir a posteriori poderla variar a nuestro antojo en cualquier situación.
No obstante debemos prestar una especial atención al perro, puesto que en ocasiones la distancia incrementa la inseguridad del perro dado que no recibe suficiente información y provoca el descenso de la velocidad.
Iremos incrementando la distancia muy poco a poco, asegurándonos de que no desciende la velocidad ni un ápice, si esto ocurriera probablemente estamos queriendo ir muy deprisa y deberemos volver a comenzar.
Algunos educadores optan por enseñar las entradas al slalom partiendo de los túneles para de esta manera conseguir que el perro aprenda la entrada a la mayor velocidad posible.
Pondremos el ejercicio inicialmente bajo un programa de refuerzo de razón fija para buscar el máximo de motivación una vez esto se haya conseguido subiremos el listón de exigencia y pondremos el ejercicio bajo un programa de refuerzo variable, sólo premiaremos las ejecuciones que resulten especialmente espectaculares y rápidas.